jueves, 26 de noviembre de 2009

PREMIOS EL DISTRITO

Ayer, 25 de noviembre, en la casa palacio de la Gran Vía madrileña número 24, sede del Área de Gobierno de Economía y Empleo de la Comunidad de Madrid se vistió de gala para la entrega de los VI Premios Portada EL DISTRITO, que anualmente otorga este prestigioso periódico madrileño para reconocer las labores más destacadas del año y que en esta ocasión ha coincido con la celebración del décimo aniversario del periódico.
Entre los ocho galardonados figuran la Delegación del Gobierno en Madrid y la Fundación Atlético de Madrid.

A la Delegación del Gobierno en Madrid por su trabajo, esfuerzo y dedicación para que los madrileños sientan que el Gobierno de España garantiza su bienestar. Esa es la labor que desarrolla la Delegación del Gobierno en Madrid, antes encabezada por Soledad Mestre y desde marzo del presente año por Amparo Valcarce. Para ambas, convertir la comunidad de Madrid en una de las más seguras de España ha constituido siempre una de las prioridades de su labor. Por eso desde la Delegación del Gobierno trabajan duro por conseguir que la crisis económica no empañe los datos tan positivos durante el pasado año -la tasa de criminalidad decreció un 3,2%-.
Amparo Valcarce se ha fijado como objetivo además, reducir aún más los tiempos de respuesta de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Esfuerzo que los madrileños valoran muy positivamente.
A sus 53 años, esta leonesa de Fabero del Bierzo se ha convertido en la Delegada del Gobierno en Madrid número 11 desde la creación de este cargo en 1.984.
Recogió el Premio Portada El Distrito en reconocimiento al balance positivo de la seguridad en la región.

A la Fundación Atlético de Madrid porque a lo largo de estos últimos años ha desarrollado numerosos proyectos y actividades con fines humanitarios, culturales y en el ámbito de la educación.
Se trata de la gran obra social de un club histórico cuya herramienta principal es el deporte, más concretamente el futbol.
Conscientes de la dimensión internacional del Club, los rojiblancos asumen, a través de su Fundación, una responsabilidad social, un compromiso de ayuda y colaboración enfocado principalmente a la infancia, la mujer, los inmigrantes, los mayores , colectivos necesitados y marginales, discapacitados, presos y enfermos de difícil curación.
Desde El DISTRITO agradecen las miles de sonrisas que han arrancado, concediéndoles uno de los Premios Portada EL DISTRITO. ¡Os lo merecéis!.


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lunes, 16 de noviembre de 2009

PROAÑO


Es un pueblo de la Hermandad de Campoo de Suso (Cantabria), situado en el sector norte, en la ladera sur del monte Cuenca de Proaño, bien arropado por éste de los vientos fríos del norte, con un terreno ondulado en parte y en pendientes medias, apto para la ganadería . Es abundante en fuentes con aguas de muy buena calidad, como la fuente de La Hontana en el centro del pueblo.


Está comunicado por una carretera local de 2 km. Desde el kilómetro 9 de la carretera Espinilla a Brañavieja, a través de las praderas Praorredondo y Parrompliz.

En el interior del pueblo resisten el paso del tiempo un buen conjunto de casas típicas campurrianas que datan del año 1.660, con paredes vigorosas recubiertas con argamasa, ventanas pequeñas y tejados resistentes al peso de la nieve. La vivienda en la parte superior delantera mirando al mediodía y en la parte trasera la cuadra y pajar, amplio corral y colgadizo para los aperos de labranza.

La iglesia parroquial es del siglo XVII, en la que destaca su torre, dedicada a San Cipriano, cuya fiesta se celebra el día 16 de septiembre.

Es un pueblo de interés histórico-cultural y está incluido en la ruta turística campurriana, inmortalizado por José María de Pereda en su libro “Peñas Arriba”, con la denominación de Provedaño.

En su entorno se halla la torre medieval de los Ríos de Proaño, un conjunto de casona, torre y ermita, conocido como La Torre de Proaño.
Se trata de una edificación de finales del siglo XII y principios del XIII, perteneciente a la dinastía de los Ríos, aposentada en ella desde hace más de cinco siglos. Una ilustre casa, en palabras de uno de sus moradores más ilustres, don Ángel de los Ríos, conocido como El sordo de Proaño: “En ella tuve la honra de nacer, he tenido el gusto de vivir y espero tener el consuelo de lanzar mi último suspiro”.

La torre es de piedra y argamasa, con esquinas labradas de sillería, sin almenas. La puerta es de arco apuntado, sobre la cual se halla el escudo de los Ríos de baja calidad artística. En el interior se mantiene parte de estructura de madera de las cuatro plantas y parte de la escalera. Se conserva la puerta de madera, herrada y claveteada, una de las pocas ya existentes en la actualidad. En 1.994 se restauró el tejado de cuatro aguas, que tiene un nivel por debajo de los muros.

El conjunto general está constituido, además de la torre, por tres cuerpos diferentes de viviendas de construcción más moderna, situados en forma de L, dedicadas hasta fechas recientes a la ganadería y labranza, manteniéndose algunas cuadras y pajares.

La casa que mira al sur contiene una solana mantenida por cuatro columnas de piedra, dos redondas y dos cuadradas, que es lo más destacable de la casa, y la vieja hornera de cocer el pan. El módulo central contiene la biblioteca, denominada a nivel interno de la familia como el “cuarto de la trampa”, por su sistema de acceso, y un pozo de agua con brocal. El módulo primero, junto a la portada principal, denominada a nivel familiar como la “casa de las viudas”, por ser habitada por éstas cuando esta situación se producía.

Estas viviendas, que forman un bloque, fueron modificadas en 1.725 y en 1.775, como indican algunas inscripciones en las piedras de la fachada. En la actualidad están siendo restauradas y adaptadas a los nuevos tiempos por sus herederos propietarios.

Entre los muebles más preciados se conservan una “perezosa” (banco y mesa abatible de roble, que cita Pereda en Peñas Arriba); arca de roble de gran cabida; sillón con escudo de armas de los Ríos…

La capilla anexa, con acceso por la fachada que mira al este, bajo la advocación de San Eulalia, tiene sobre el tejado una campanuca, en una pequeña torreta de piedra, que se toca desde el interior. En ella se conservan cuatro cuadros en regular estado, procedentes del palacio de las Leyes de Toro; altar de roble tallado; sillón con escudo; una imagen de Santa Ana, la Virgen y el Niño del siglo XIV; una imagen de Santa Eufemia, procedente de una ermita de Herrera de Pisuerga, así como varias estelas procedentes de la necrópolis de Espinilla, probablemente de los siglos VII y VIII.

La entrada principal, en la fachada este, es una portada de arco y un postigo, con una inscripción sobre el arco “Ave María Purísima”.
En el corral o patio interior se conserva una piedra del viejo molino que funcionó anexo al conjunto, hoy tapado en parte por la carretera, del que quedan algunos restos entre la maleza.

En esta casa solariega eran heredadas todas sus posesiones por el primogénito, mediante el sistema feudal de Mayorazgo. En tiempos del ilustre “Sordo de Proaño”, el titular del mayorazgo era su hermano mayor Valentín de los Ríos y Ríos.


En el término municipal de Proaño, en el camino hacia Villar, en la zona del monte Ferrera, existió un poblado, desaparecido hace siglos y también un pequeño humilladero.

En este pueblo de Proaño se efectuó el primer cultivo de patatas en la comarca. Lo hizo el vecino del pueblo don Fernando Pérez hacia el año 1.797, que las sembró en su huerto con un éxito indudable, el cual dio motivo a su implantación inmediata en todo el municipio, bajo la iniciativa de la Sociedad Cantábrica de Amigos del País.

Con la denominación de Museo Estudio “El Pajar”, don Luis Ángel Moreno, está recopilando una interesante muestra etnológica campurriana. Inició su labor en 1.978 y ya cuenta con más de mil piezas de un valor importante. Entre sus varios conjuntos se puede destacar el relativo al cultivo del lino y su manipulación en Campoo, y como una de las piezas más valiosas del museo se puede citar un “vaso de pastor”, hecho con cuerno de vaca y taponado por abajo con cera de abeja, decorado con una simbología que incluye a los hombres que se hacen cargo de los animales mayores y a las mujeres de los pequeños; el árbol de la vida; una paloma; tiene también presente el amor ; el vaso de la abundancia y un tríptico de cruces.


CONSERVANDO TRADICIONES.




Es un pueblo amante de sus tradiciones entre lo que destaca su participación el Día de Campoo en las fiestas y ferias de San Mateo en Reinosa, en el certamen de Carretas típicas, en el que cosechan premios importantes por la calidad artística de sus carretas, montadas en carros típicos de Campoo tirados por parejas de vacas de raza tudanca de lucidos cuernos, autóctonas de la comarca.

Celebran también con auténtica complicidad romera la fiesta de su Patrón San Cipriano con romería típica y competiciones deportivas.
Así como la popular “cena de la borrega”, en recuerdo de la fiesta que se efectuaba a la llegada en primavera de las ovejas merinas procedentes de Extremadura a pastar a las brañas campurrianas y a la despedida en otoño, cuando los pastores borregueros invitaban al pueblo a la degustación de una de sus ovejas como símbolo de concordia y buena armonía.


El día 1 de mayo de 2.009, se inauguró el Centro Cultural instalado en la escuela del pueblo convenientemente rehabilitada en el que destacan sus bellas y vetustas vigas de roble a la vieja usanza. Dispone de bar, bien atendido por Luciano y un amplio salón de actos. Es sede de la recién creada Asociación Cultural-Deportiva PROAÑO, de pujante actividad.

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domingo, 8 de noviembre de 2009

LA ALMUDENA

Virgen de la Almudena.
Día 9 de noviembre:

Patrona de la Villa de Madrid.

Su nombre procede del árabe Almudayna, que significa ciudadela, diminutivo de "medina" (ciudad). Otras tesis mantienen la idea de que procede del "almudí" moro o alhóndiga (almacén de trigo).

Cuenta la tradición, que en tiempos de Alfonso VI, antes de conseguir la conquista de Madrid en el año 1.083, se sabía que en alguna parte de la muralla se hallaba oculta una imagen de la Virgen desde el año 713, y existen dos versiones de cómo fué encontrada:
Hay quien sostiene que fué en el año 1.085, el día 9 de noviembre, cuando se celebraba una novena y procesión, por mandato del monarca, y al pasar junto a la Puerta de la Vega, se produjo un desprendimiento casual en la muralla y allí apareció la imagen entrepolvo y piedras con dos cirios encendidos.

La segunda versión nos dice que fué el propio rey Alfonso VI quien mando derribar la muralla hasta encontrarla.

En otras crónicas posteriores se recocogen los siguientes datos:

En 1.64O, el rey Felipe IV y su esposa, la reina Isabel de Borbón, fundaron la Real Esclavitud de Nuestra Señora de la Almudena.
En 1.646, el día 8 de noviembre, la Villa de Madrid, votó su asistencia a la festividad de la Almudena el día 9 de noviembre "perpetuamente, por siempre jamás".
En 1.911, se abrió el culto en la Cripta, el día 31 de mayo.
En 1.947, el papa Pío XII, la proclamó patrona de la Diócesis de Madrid-Alcalá.
En 1.977, Pablo VI, declaró día festivo para Madrid el día 9 de noviembre, sancionando así un patronazgo que la villa venía proclamando a lo largo de siglos. Fué también renovado entonces el voto de la Villa y Corte.

Cuentan también las crónicas, que el día 7 de julio del año 1.631, se inició un voraz incendio en la plaza Mayor de Madrid. Ante la inmensa tragedia que se preveía, los madrileños decidieron llevar al lugar a la Virgen de la Soledad y aunque se contuvieron las llamas con su presencia, continuó el incendio, por un cambio de la dirección del viento. Se llevó entonces a la Virgen de Atocha, que aminoró la intensidad del fuego, pero no fué suficiente para sofocarlo. En vista de que la tragedia continuaba, al día siguiente, se optó por llevar a la Virgen de la Almudena, se celebró una misa con asistencia de una gran multitud y cuando pasaron en procesión por el lugar de las llamas, todos vieron con gran asombro y satisfacción cómo las casas que ardían se derrumbaron repentinamente y se extinguió el incendio.


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