miércoles, 17 de junio de 2009

MAYORES CON PERSONALIDAD



Los hombres y las mujeres que componen una sociedad tienen cada uno de ellos una personalidad propia.


Tener personalidad, ser persona, significa ser diferente a todos los demás, ser racional y ser libre, digno de ser respetado por toda la sociedad, sociedad que debe tener como fin la conservación, el desarrollo y el perfeccionamiento de todas las personas que la componen.
En consecuencia, la sociedad debe estar orientada también hacia el servicio a las personas mayores, habida cuenta de que los hombres y las mujeres mayores son seres siempre capaces de perfeccionamiento pero que ciertamente no podrían alcanzar su desarrollo íntegro sin el apoyo de la sociedad, pues aún poseyendo los suficientes conocimientos para la vida una persona aislada sería incapaz de realizarse en plenitud.

Son varias las características básicas que definen la personalidad. Citamos entre ellas: la subsistencia, la racionalidad, la dignidad, la libertad…

Subsistencia de la persona. A lo largo del ciclo vital las personas se desarrollan acorde con las diversas circunstancias personales propias y también circunstancias sociales que les rodean y condicionan.

Una persona durante un periodo de su vida puede ser estudiante, aprendiz…; más tarde puede desempeñar una profesión determinada ya sea manual, intelectual, artística… y esa misma persona puede ejercer las funciones de padre o madre, constituir una familia y llegar a la abuelidad; no obstante, a pesar de toda esa diversidad de posibilidades subsiste la misma persona y a este carácter permanente es lo que se denomina subsistencia de la persona.

Racionalidad. Es la capacidad de los seres humanos de reflexionar, conocerse y conocer, por lo cual pueden planear sus actos y ajustarlos con arreglo a ese conocimiento de sí mismos y de los demás.

Dignidad. Toda persona por el hecho mismo de serlo tiene dignidad, es valiosa por sí misma, pero esto no significa que se baste por sí sola, pues al ser limitada también necesita de los demás para realizarse en positivo.

Libertad. Es la facultad por la que las personas pueden decidir, elegir de qué manera deben desenvolverse y obrar en la vida.
Las personas son dueñas de sus actos, actos que son voluntarios y aun en el caso de verse condicionadas por unas determinadas circunstancias siempre les cabe la posibilidad de luchar contra dichos condicionamientos.

En definitiva, a las personas mayores se las debe considerar, a todos los efectos, miembros integrantes de la sociedad, pues en caso contrario condenarlos a la marginación, su modo de vida se convierte en una situación prácticamente insostenible e indigna.

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