Carmen Toledano y Lina Gestal
La Asociación de Mayores Pablo Iglesias y la Agrupación Socialista de Vicálvaro, han efectuado conjuntamente un acto de HOMENAJE a las mujeres trabajadoras en la Casa del Pueblo de este distrito madrileño.
Con el salón de actos a rebosar Carmen Toledano, secretaria de igualdad del PSM y Lina Gestal vicepresidenta de la citada asociación tuvieron una lucida intervención sacando a la palestra temas de sumo interés en el devenir histórico con relación a las mujeres.
CARMEN nos recordó el espectacular avance en materia de legislación que el PSOE ha puesto en marcha en beneficio principalmente de las mujeres: La Ley de igualdad, la ley de dependencia, la ley del aborto, la ley contra el maltrato de género, la ley de matrimonios homosexuales… todas ellas de gran importancia y calado en pro de los derechos de las mujeres y su participación en la vida cultural, social, política y económica.
LiNA, por su parte, hizo un recorrido histórico del por qué se creó el día internacional de la mujer trabajadora y la elección del día 8 de marzo en recuerdo y homenaje a dos acontecimientos que ocurrieron en la ciudad de Nueva York:
LiNA, por su parte, hizo un recorrido histórico del por qué se creó el día internacional de la mujer trabajadora y la elección del día 8 de marzo en recuerdo y homenaje a dos acontecimientos que ocurrieron en la ciudad de Nueva York:
El primero tuvo lugar en el año 1.857, con una gran marcha de las trabajadoras textiles, en la que participaron varios miles de mujeres recorriendo los barrios ricos de la ciudad, en protesta por las condiciones miserables en las que trabajaban.
El segundo acontecimiento ocurrió medio siglo después, en el año 1.908, cuando más de 40.000 costureras industriales de grandes fábricas se declararon en huelga demandando el derecho de unirse a los sindicatos, mejores salarios, una jornada de trabajo menos larga, entrenamiento vocacional y el rechazo al trabajo infantil, en cuya huelga, murieron abrasadas 129 trabajadoras, en la factoría Cotton Textile, ubicada en Nueva York, debido a que los propietarios de la fábrica habían encerrado a las trabajadoras para que no se sumaran a la huelga.
Nos habló de que las condiciones de trabajo fueron mejorando paulatinamente hasta alcanzar el grado de calidad existente actualmente.
Así, en marzo de 1.900, Eduardo Dato, promulgó una ley femenina muy importante, referida al trabajo de la mujer y del niño, por la cual se concedían tres semanas de permiso posparto y una hora al día para amamantar al bebé.
Otro paso importante en las mejoras del trabajo femenino, fue dado en el año 1.912 con la promulgación de la famosa Ley de silla, siendo presidente del Consejo de Ministros don José Canalejas, en cuya ley se obligaba a los empresarios y comerciantes a facilitar asiento a las mujeres en los puestos de trabajo; se limitaba la jornada a ocho horas diarias y se prohibía el trabajo nocturno de las mujeres.
Etc. Etc.
Etc. Etc.
LINA igualmente sacó a colación un buen número de viejos oficios que practicaban las mujeres hasta hace pocas décadas y que ahora quiero trascribir al pie de la letra uno de ellos a modo de ejemplo, el de la LAS LAVANDERAS:
Fueron unas figuras entrañables en su afanado trajín en el ir y venir hasta las orillas del río Manzanares, entonces orillas naturales.
Fue muy característica la estampa de aquellas sufridas mujeres alineadas en los lavaderos hechos al efecto, con las hileras interminables de los tendederos a sus espaldas.
Esta estampa, muy recogida por pintores y fotógrafos, era cotidiana, tanto en invierno, con el frío helador, como en verano con el sol abrasándolas el torso, hincadas las rodillas sobre sus tablas de lavar, también denominadas banquillas.
En ocasiones, iban también mujeres a lavar que circunstancialmente tenían apuros para llegar a fin de mes y escogían horas discretas cuando los “cajones” se hallaban libres. Eran llamadas por las asiduas las golondrinas.
Fue muy característica la estampa de aquellas sufridas mujeres alineadas en los lavaderos hechos al efecto, con las hileras interminables de los tendederos a sus espaldas.
Esta estampa, muy recogida por pintores y fotógrafos, era cotidiana, tanto en invierno, con el frío helador, como en verano con el sol abrasándolas el torso, hincadas las rodillas sobre sus tablas de lavar, también denominadas banquillas.
En ocasiones, iban también mujeres a lavar que circunstancialmente tenían apuros para llegar a fin de mes y escogían horas discretas cuando los “cajones” se hallaban libres. Eran llamadas por las asiduas las golondrinas.
Nos recordó que Juana Posse, la madre de Pablo Iglesias, fue lavandera golondrina.
La tradición popular acuñó la siguiente coplilla Limpia por dentro, limpia por fuera, es un chorrito de oro, la lavandera, recogida por Echegaray y Ruperto Chapí en la zarzuela “El sombrero de plumas”.
Entre los oficios se citaron: Cigarreras, planchadoras, modistillas, amas de cría, criadas o menegildas, castañeras, churreras, porteras, hilanderas, escofiteras, encajeras, aguadoras, vendedoras de calle, señoritas de compañía o carabinas …
Como cierre del acto, se tomó un café con pastas y se entregó un clavel a cada de las mujeres asistentes.
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