Las personas mayores en España conforman un colectivo numeroso y muy heterogéneo y que además abarca un periodo de tiempo muy amplio, pues en muchos casos afortunadamente, supone un tercio de la vida, es decir unos 30 años.
Existen, como es bien sabido, grandes diferencias en función de la salud; de la autonomía personal o dependencia; del tipo de familia a la que se pertenece y a su estructura; al nivel de formación; si se vive en una demarcación urbana o rural; también según los niveles de renta y desde luego la diferencia entre mujeres y hombres.
No obstante a todas estas evidencias citadas, hay rasgos comunes en el colectivo de las personas mayores. Se trata, principalmente, de que cada vez son personas más activas, no solo en su participación social y cultural sino en los cambios de las formas de vida en el mundo más desarrollado y son también un claro exponente de la consolidación de un movimiento asociativo. Caracterizado además por una clara voluntad de colaboración constructiva.
Las personas mayores realizan actividades culturales, artesanales, deportivas… participan igualmente y de forma muy creciente en la Universidad para los mayores. También de manera cuasi masiva realizan turismo social, y por supuesto son los artífices principales para el desarrollo económico, o de lo que se ha venido en denominar: “Los mayores en España, un mercado emergente”, dando lugar al florecimiento de un llamado “mercado gris” que atiende a diversas necesidades de un colectivo a cuyos miembros bien se les puede calificar como “consumidores con criterio”.
1 comentario:
Emilio, tienes razón. No creo que vayamos a¡hacia una gerontocracia, pero el acervo cultural y humano de los mayores lo necesitamos en estos momentos en los que la sociedad cambia tanto.
Un abrazo!!
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