domingo, 17 de enero de 2010

VEJEZ



La vejez es un proceso involutivo que aparece al avanzar la edad y que resulta, en líneas generales, del predominio de los procesos de degradación sobre los de síntesis.

En las personas varía de un sujeto a otro y está determinado por la herencia, el sexo y las condiciones de vida, así como por las enfermedades sufridas anteriormente.

Por ello es difícil establecer una edad determinada como principio de la vejez.

Tradicionalmente la vejez se ha relacionado con la enfermedad y la falta de productividad, sin embargo la mayoría de las personas de edad mantienen la agudeza mental, no presentan deterioros cognitivos importantes, trabajan como voluntarios y se adaptan a los cambios de la propia evolución cotidiana.

Afortunadamente, la realidad es que ya la vejez no es igual a pobreza, dependencia o desamparo, ya que se ha aumentado significativamente el poder adquisitivo de las personas mayores, su participación social, su salud, su grado de cultura, en definitiva su vida activa. No obstante se está aún bastante lejos de conseguir un encaje real en la sociedad acorde con los valores que los mayores atesoran: Experiencia, sabiduría, tiempo libre, ganas de colaborar, etc. Es decir que se les debe tratar como a ciudadanos con plenitud de derechos, aunque también de deberes, y no como a seres disminuidos.

Las expectativas de vida han aumentado considerablemente, si bien están relacionadas con las facilidades de acceso a la educación, a los cuidados sanitarios, al nivel de renta…etc.

En España se ha experimentado un gran avance en cuanto a la longevidad y en la actualidad más de un 85 % de las personas llegan a ser mayores.

A principios del siglo XX, solamente el 26% de las personas llegaban a mayores. La esperanza de vida entonces era de 36 años para las mujeres y 34 para los hombres. La población mayor de 65 años suponía solamente el 5,5 %; en 1.990 era del 13 %; a finales de siglo superaba el 15 %; en la actualidad se aproxima al 18 %.

A principios del actual siglo XXI la esperanza de vida ha aumentado muy considerablemente estableciéndose una media de vida de casi 82 años para las mujeres y 75 años para los hombres.

Por todo ello, es necesario que la sociedad considere a las personas mayores es su justa medida y tenga en cuenta todos los esfuerzos que ellos han realizado para modernizar a nuestro país y podamos disfrutar todos de una ancianidad digna y activa.

1 comentario:

FRANESCO dijo...

La única vejez perjudicial es la mental, que muchas veces no depende de la edad: hay jóvenes o maduros que parecen viejos. Y lo importante es comprender que una sociedad que no aprovecha la experiencia de los mayores, aunque sea para no cometer sus mismos errores, se tira piedras contra sí misma. Eso sí: ya decía Samaniego que el buen vino viejo ya era bueno de joven, y que el mal vino joven no mejora con la edad... El tiempo sólo es eso: tiempo.

Saludos, compañeros.